La senadora por el Pacto Histórico, Clara López Obregón, defiende la reforma tributaria de Gustavo Petro. En entrevista con LA NACIÓN, la coordinadora de ponentes del polémico proyecto dice que es “absolutamente indispensable”. Además, propone tributos con enfoque de género.
En una semana estará lista la ponencia con la cual el Congreso de la República podrá empezar a discutir en forma la reforma tributaria, que ha causado rechazo en empresarios y otros sectores del país. Este es uno de los anuncios que hace en entrevista con LA NACIÓN la senadora por el Pacto Histórico y coordinadora de ponentes de la iniciativa, Clara López Obregón.
Según la dirigente política, quien es economista y abogada, los empresarios “tienen argumentos para sustentar por qué no deberían pagar más impuestos, pero la realidad es que sí tienen capacidad de pago”. Y advierte: “La realidad es que lo que hay en Colombia es una profunda concentración de la riqueza y de los ingresos que hace parecer que no hay con qué pagar impuestos”.
¿Cómo va la construcción de la ponencia del proyecto de reforma tributaria?
La ponencia avanza. Ya estamos ad portas de iniciar su redacción. Hemos hecho varias reuniones para analizar las más de 100 proposiciones que han presentado distintos sectores y los miembros de las comisiones Tercera de Cámara y Senado. Es una reforma tributaria de amplio alcance y hay muchos sectores que han presentado críticas, pero también propuestas. En ese orden de ideas, esperamos presentar la ponencia a más tardar en una semana.
¿Qué bondades le ve a esta reforma tributaria?
Jesús Antonio, las bondades son los sueños que llevamos todos en nuestro corazón. Se necesita financiación importante de recursos públicos para mejorar la educación en nuestro país, para alcanzar las condiciones de una sociedad connivente y todo lo que necesitan empresarios y familias para prosperar en un ambiente sano, justo y en donde se respeten los derechos y todo el mundo tenga acceso a una calidad de vida. Para eso, se necesita pagar impuestos. Y esta reforma tributaria busca allegar –no tanto a través de nuevos impuestos sino de la reducción de exoneraciones y beneficios, especialmente, a las grandes empresas—los recursos necesarios para complementar el presupuesto, en aras de esos bienes públicos que todos aspiramos a tener.
Senadora Clara, pero, algunos congresistas y expertos económicos están diciendo que esta reforma tributaria no es necesaria, ¿qué opina?
El gobierno anterior dejó un hueco fiscal insondable. Estamos abocados a un ajuste fiscal muy grande. De hecho, solo para tapar el hueco fiscal no alcanzaría la totalidad de la reforma tributaria propuesta. No sé de dónde sacan que no se necesita. La reforma es absolutamente indispensable por el solo hecho de la sostenibilidad fiscal. Tal vez, los sectores pudientes de la sociedad, que tienen con qué subsanar las universidades privadas, no ven, por ejemplo, la necesidad de una universidad pública, gratuita y de calidad. Pero, el grueso de la población, es decir, el 90% de los habitantes de este país, están esperanzados con ese modelo social de Estado, el cual necesita ingresos tributarios para poderse hacer realidad.
De Cambio Radical están diciendo, entre otras cosas, que esta reforma tributaria contribuirá a generar pobreza, que no es ni social ni igualitaria, ¿qué les responde?
Jesús Antonio, están equivocados. La verdad es que tenemos un hueco de $80 billones o $100 billones. ¿O es que vamos a quebrar el Estado y caer en una circunstancia de inflación inatajable? Las cifras macroeconómicas exigen un Estado con finanzas sanas. Y esta reforma tributaria tiene dentro de sus objetivos la sostenibilidad fiscal para que el Estado pueda construir un Plan de Desarrollo que provea salud, educación, carreteras, saneamiento ambiental, protección del país al cambio climático.
Senadora Clara, usted como coordinadora de ponentes de la reforma tributaria la hemos visto reunida en los últimos días con líderes gremiales y empresarios, ¿qué ha salido de esos encuentros?
Hemos escuchado extensamente a todos los gremios, tanto en audiencias públicas como en reuniones directas. Ellos tienen argumentos para sustentar por qué no deberían pagar más impuestos, pero la realidad es que sí tienen capacidad de pago. Por dos razones: por una parte porque lo que venían disfrutando ellos era de muchas exenciones y beneficios tributarios que nunca habían validado con estudios serios su conducencia o que consiguieran los efectos esperados. Por ejemplo, hay una exención de impuestos a las empresas localizadas en zonas francas para estimular las exportaciones, pero resultó ser una gabela para pagar menos impuestos y vender su producido en el mercado interno, haciendo además competencia desleal con las demás empresas de sus respectivos sectores. Sí tienen la capacidad de pago. Lo que sí tenemos que entender y valorar –porque la gente hay que escucharla con espíritu abierto—es qué tanto de los que ellos plantean es interés en no tributar y qué tanto de verdad les afecta la economía de sus empresas. En esa labor es que estamos.
A su juicio, ¿qué hace falta incorporarle a la reforma tributaria?
Jesús Antonio, en primer lugar, pienso que, si bien es muy progresiva la reforma, en el sentido que busca con una escala de tarifas para los que más altos ingresos tengan, tributen más dentro de un criterio constitucional de justicia tributaria, es muy tímida en ese aspecto porque recae, principalmente, en lo que pudiéramos denominar la clase media y media-alta, que no son los súper ricos de este país. Entonces, estamos proponiendo que se modifique la escala, reduciéndola en los ingresos medios de $10 millones, y aumentándola en los que ganan más de $10 mil millones al año. De esa manera quedaría un poco más acorde con la capacidad de pago porque esta reforma tributaria le cae muy duro a ese sector profesional y de empleados de las empresas que no pueden evadir de ninguna manera sus impuestos porque tienen una retención en la fuente inexorable.
Senadora Clara, ¿qué más está proponiendo?
Estamos proponiendo también que toda política tributaria tenga enfoque de género y atienda las necesidades especiales de las mujeres. Usted y los lectores recuerdan que la Corte Constitucional declaró inconstitucional el IVA a las toallas sanitarias y a los tampones porque son de la esencia de la higiene de la mujer. He hablado con el director de la Dian para que expandamos esa pesquisa de productos que son específicamente femeninos para que ellas no tengan que pagar más impuesto que ellos solo por ser mujeres. De otro lado, hoy el IVA se paga bimestralmente en una declaración que exige incorporar el IVA facturado y pagarlo inmediatamente, así el empresario o el contribuyente respectivo no haya recibido su pago. Eso quiere decir que el contribuyente está, por un lado, financiando a la Dian, y por el otro, perdiendo capital de trabajo en favor de quien le compra sus mercancías o sus servicios porque muchas veces les demoran sus facturas 30, 90 y hasta 130 días y él ya tuvo que pagar el IVA, mientras la otra persona se toma su tiempo para pagarle. Hemos dicho que se establezca un sistema electrónico de pagos del IVA para que solamente se pague cuando se haya recibido el pago y no cuando se haya hecho la factura. Me parece que este sería un apoyo muy importante, especialmente, a las empresas medianas y a los profesionales independientes que hoy están injustamente financiando a las grandes empresas y a la Dirección de Impuestos.
Sobre la controvertida propuesta de impuesto a las gaseosas y a los alimentos ultraprocesados, ¿qué sigue pensando?
Jesús Antonio, yo he leído varios estudios de la Organización Mundial de la Salud y dicen que estos impuestos para que sean efectivos tienen que ser muy altos, mucho más altos que los que traen esta reforma tributaria. El 5% que está contemplado es insuficiente. Creo que vamos a quedarnos con el pecado y sin el género en el caso que se apruebe dicho impuesto.
En redes sociales, usted ha venido haciendo una especie de pedagogía al hablar de mitos y verdades de la reforma tributaria de Petro, ¿Cuáles mitos, por ejemplo?
Uno de los mitos es que la gente de altos ingresos paga demasiados impuestos. Lo que hemos demostrado, estadísticamente, es que en Colombia no se pagan suficientes impuestos, si nos comparamos con el resto de países de América latina, o nos comparamos con el resto de países de la Ocde, el club del cual hacemos parte. Entonces, son falsas las afirmaciones según las cuales aquí no tienen capacidad para pagar los impuestos. Ese es un mito que tenemos que desterrar. La realidad es que lo que hay en Colombia es una profunda concentración de la riqueza y de los ingresos que hace parecer que no hay con qué pagar impuestos porque muy poquitos, en el rango muy alto de los ingresos, son los que manejan más del 50% de los ingresos totales del país.
¿Y qué verdades?
Una sociedad que no paga impuestos suficientes para garantizar los mínimos del funcionamiento del Estado, no puede garantizar los derechos, ni el derecho a la propiedad privada, ni el derecho a una pronta justicia, ni el derecho a la salud, ni el derecho a la educación. Tenemos que establecer una cultura tributaria y entender que pagar impuestos no solamente es un deber sino también un derecho porque así contribuimos a una sociedad bien organizada, a una sociedad conviviente y democrática, a una sociedad donde haya prosperidad compartida.
Senado Clara, aprovecho para preguntarle por otro tema: ¿cómo se vio desde Bogotá la masacre de los 7 policías ocurrida en zona rural de Neiva?
Yo quiero decirle que este episodio me golpeó en el fondo del alma. Es un atentado que hemos condenado. Hacemos el llamado a dejar tanta insensata violencia. Expresamos toda nuestra solidaridad con la Policía, con todas las personas que viven en el Huila y en las zonas del país en donde están sucediendo hechos de sangre totalmente injustificados.
Hay algunos que están culpando de esta ola de violencia a la “paz total” planteada por Gustavo Petro, ¿qué piensa?
Jesús Antonio, estoy totalmente en desacuerdo con quienes plantean eso. En Medellín, la respuesta a la “paz total” ha sido un cese en la utilización de armas por parte de todos los combos y grupos ilegales que operan en esa ciudad. Allá ha habido una respuesta positiva y hace varias semanas no se registran los hechos a los que estábamos acostumbrados. Hay que analizar caso por caso y tratar de averiguar qué está pasando. A mí me parece que es un sabotaje a la “paz total” y no lo que afirman los críticos de que es por causa de proponerla. La paz es lo que tenemos que defender. Hay enemigos de la paz; como decía Otto Morales: ‘solapados existen en la guerra porque les trae beneficios’.
Fuente: LA NACIÓN
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