Frente al silencio de la Fiscalía General de la Nación, orientada por Francisco Barbosa y a raíz de las evidentes maniobras de ocultamiento de la verdad sobre la represión de policías, soldados o paramilitares durante las jornadas de Paro Nacional, la ciudadana alemana Rebecca Linda Marlene Sprößer solicitó apoyo a la embajada de su país.
La mujer, que estuvo presente en el centro de los acontecimientos, fue testigo clave del magnicidio de su novio, asesinado por efectivos de la Policía Nacional. Al mismo tiempo, recibió heridas por parte deestos mismos, cuyas evidencias o gráficos se muestran a lo largo de esta crónica.
Aunque por mediación del Presidente Gustavo Petro pudo volver al país, tras haber sido expulsada por el último gobierno uribista, no sólo las investigaciones no avanzan en la Fiscalía. Tampoco la Embajada Alemana que encabeza Martina Klumpp, le dio respuestas de ningún tipo ni se comprometió formalmente a reabrir el caso.
A ese efecto, Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA decidió publicar la Carta Abierta escrita a dicha dependencia diplomática, en reclamo de acelerar el esclarecimiento de los hechos.
A continuación, se reproduce el documento de manera textual:
Escribe: REBECCA LINDA MARLENE SPRÖẞER*
"Hace dos años no solamente expulsaron a la única testigo presencial de un atentado mortal del país, sino con la misma fecha y hora también, Dios decidió quitarle de su sufrimiento a Jhoan Sebastián y llevárselo, pero este sufrimiento se quedó atrás con nosotros y lo tenemos que seguir aguantando en nuestras almas por más de dos años ya.
Estimada Señora Martina Klumpp, como puede deducir de la Carta Abierta al Fiscal de la Nación, la Fiscalía Colombiana no ha querido investigar este pérfido crimen y por eso me dirijo hoy y de forma personal a usted:
Respetuosamente hago un llamamiento público y directo a usted, señora Klumpp, como la representante más alta de Alemania en Colombia. Ya varias veces en los últimos dos años traté lo humanamente posible para pedir auxilio y apoyo del lado de la Embajada siendo ciudadana alemana en Colombia. Ayuda por el doloroso atentado que Jhoan Sebastián Bonilla Bermúdez y yo sufrimos juntos en el marco de la Protesta Social en Santiago de Cali. Las reacciones por parte de la Embajada siempre fueron las mismas y bastante decepcionantes:
O me explican que no están obligados a intervenir porque yo resulté viva - sabiendo que el asesino disparó del mismo modo contra mi persona y hacia mi corazón. O pues simplemente para notificarme que hay que confiar en la Fiscalía y esperar a que ellos ya nos harán justicia - sabiendo que la cara reinante de la justicia en Colombia es la impunidad y que una cifra extremadamente alta de todos los casos terminan sin condena alguna (qué pena por quitarles su inocencia, pues esta es la triste realidad)
De antemano quisiera disculparme por expresarme de manera tan franca, pero estas respuestas son una farsa y a mí me parecen plenamente excusas baratas. Cada vez de nuevo me siento con ustedes como si estuviera conversando con una pared. Como usted señora Embajadora puede ver sumamente claro en el dibujo adjunto al igual que en las fotos, es que al menos una vez el cañón del arma de fuego fue apuntado y un tiro disparado a corta distancia y derechamente en dirección a mi corazón, como muestra el boceto de la trayectoria del proyectil.
A lo mejor hasta son más los que fueron descargados con el fin de asesinarme en esta noche, pero quién sabe, porque nunca y ni una vez la Fiscalía hizo un análisis forense para evaluar los diferentes orificios de entrada y salida en mi maletín, ni tampoco me dejaron ir a la cita en Medicina Legal para examinar la hinchazón y los varios raspones causados por balazos tangenciales, los cuales claramente recibí. Usted con tal experiencia en su carrera profesional entenderá que como institución y representación diplomática del gobierno alemán sí se encuentran en una obligación de debida diligencia y no se pueden quitar tan fácilmente de su responsabilidad (véase fundamento jurídico en el derecho consular).
Lo que ustedes ya por dos años están fingiendo y me siguen tratando de vender, es que en último término no pasó nada y esto únicamente por el hecho de haber sobrevivido el ataque letal.
Concluyendo lo posterior de su actitud indolente:
¿Ustedes entonces están de acuerdo de que sin ningún problema se pueden planear atentados en contra de ciudadanos alemanes y disparar con arma de fuego contra ellos y que todo se quedará sin ninguna consecuencia por no morir en el intento de homicidio?
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Ahora viene: Ya por un tiempo estoy honestamente poniendo en tela de juicio su indiferencia como Embajada de Alemania en Colombia y me estoy preguntando el porqué de adoptar esta letargia y postura incomprensible. Así que se me resultó la siguiente pregunta:
¿Están tratando de evitar un chicharrón a nivel bilateral por conflictos de interés, o respectivamente, intereses económicos?
No es un secreto que existen negocios demasiado lucrativos entre los dos países. El 1 de julio 2021 - en pleno Estallido Social y pocos días antes del atentado - varios empresarios alemanes de alto ejecutivo fueron condenados por razón de violación a la ley de exportaciones y a causa de venta de armas sin licencia de un valor de millones de euros a la policía colombiana, dado que "no se puede dar autorización para exportar armamento a países considerados como lugares de conflictos armados" y así convirtiéndose en "promotores de guerra" y "cómplices de los crímenes cometidos". Es más, hasta ya quedó verificado que al menos dos víctimas asesinadas (Marcelo Agredo de 17 años en Puerto Resistencia, Cali y Santiago Murillo de 19 años en Ibagué) durante las protestas fueron impactadas con pistolas alemanas de SIG Sauer - esta misma empresa sancionada. Lo siento por atrever de tenerles esta duda, pero estoy seriamente tratando de entender e interpretar por qué es que siguen barriendo este al parecer desagradable asunto bajo la alfombra.
En estas tierras ya se sabe que Colombia todavía es un país en donde criminales no están siendo responsabilizados, pero Alemania como estado de derecho en funcionamiento debe actuar mucho mejor y como un ejemplo ante el mundo.
Estimada señora Klumpp, yo de verdad reconozco y valoro su labor de los últimos años en toda Latinoamérica y le aseguro que las dos tenemos las mismas prioridades. Incluso y ante todo, quisiera aprovechar esta carta para manifestar mis reconocimientos más profundos por su voluntad de asumir esta gran tarea y responsabilidad acá en Colombia ahora, sin embargo le suplico a usted hoy y aun más como madre y mujer que no me deje sola y que no exclusivamente le exija a la Fiscalía Colombiana una investigación honesta, limpia y expedita - antes bien que se encargue personalmente de que ellos también cumplen. Mil gracias de corazón, le mando un saludo fraternal y quedo atenta a su respuesta".
Nota del Editor: El portal elpoliticon.com reproduce esta misiva omitiendo cualquier error gramatical, con el objeto de informar de manera más exacta y veraz el sentimiento de impotencia e indefensión de quien la redactó, frente a las graves irregularidades demostradas por la justicia colombiana.
*Ciudadana alemana, nacida en Fráncfort del Meno. Ex azafata de la línea aérea de su país, Lufthansa. Llegó a Colombia con el deseo de aprender a bailar salsa en la ciudad de Cali, pero muy pronto tomó conocimiento sobre la realidad económica y política del país. Participó durante las jornadas del Paro Nacional en el departamento del Valle del Cauca, sufriendo en carne propia la represión del aparato policial del último gobierno uribista de Iván Duque Márquez, en el cual perdió la vida quien por entonces era su compañero sentimental. Por ser la única testigo del crimen y aprovechando su condición de extranjera, fue deportada con la finalidad de ocultar las pruebas u omitir las investigaciones al respecto. Revocada la sanción por el nuevo Presidente, Gustavo Petro, pudo volver a Colombia para seguir luchando por los derechos humanos de quienes considera también sus compatriotas.
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