En apenas seis días, el Gobierno Nacional y los campesinos de Santander lograron un acuerdo que puso fin al paro que había bloqueado varias vías y generado pérdidas millonarias en la región. Las negociaciones, lideradas por la viceministra de Ambiente, Lilia Tatiana Roa Avendaño, resultaron en un pacto que resuelve ocho de los nueve puntos exigidos por los manifestantes.
El acuerdo incluyó la creación de una reserva temporal en el páramo de El Almorzadero para proteger el ecosistema mientras se avanza en la delimitación participativa del área. Este paso responde a la preocupación de los campesinos sobre la expansión de la minería ilegal y la frontera agrícola en una zona clave para el suministro de agua. La reserva también garantiza la protección de los derechos de los pequeños mineros y agricultores que habitan en el páramo.
Uno de los logros más importantes, según Roa, fue el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos, un tema central en las negociaciones. Además, el Gobierno se comprometió a instalar mesas técnicas y jurídicas para trabajar en la formalización de tierras y buscar soluciones administrativas que beneficien a los campesinos.
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, resaltó la rápida resolución del conflicto y el papel de la gobernación como garantía del cumplimiento de los acuerdos.
“Los campesinos estaban ansiosos por obtener soluciones, y ahora se sienten satisfechos con los resultados”, declaró el mandatario.
Aunque el paro dejó afectaciones económicas en sectores como la producción láctea y agrícola, el tránsito en las carreteras se está restableciendo, y las actividades comerciales vuelven a la normalidad.
Este acuerdo no solo resuelve un conflicto puntual, sino que también envía un mensaje claro sobre la capacidad de diálogo y concertación entre el Gobierno y las comunidades campesinas, demostrando que las diferencias pueden resolverse rápidamente y de manera pacífica.
Fuente: CUARTO DE HORA
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