El extraordinario poeta calarqueño, Premio Lenin de Paz, durante sus últimos años.
Con escasa muestra en propaganda y publicidad no se encontraron a la vista los folletos o plegables físicos con programa, sin un tinto o agua, predominando la oralidad y la cordialidad de algunos medios de comunicación y eso si un número abultado de instituciones como aportantes y grandes pendones de vistosos colores y deprimente esfuerzo por motivar realmente la cultura. En esta generosa y exorbitante tarea puede incidir el factor emocional, económico y versión administrativa o empresarial. Teniendo estos supuestos antecedentes se presentó otro su XV encuentro nacional de escritores LUIS VIDALES siempre en honor a nuestro Premio Lenin de la Paz en la casa de la cultura Lucelly García de la Villa del Cacique.
La verdad hay que decirla, aunque me duela no asisten funcionaros de “primera línea” menos mal y cuando nos llegan sus emisarios poco o casi nada saben de arte, desconocen de personajes que le aportaron a la historia regional y fuera de ella abrazando lo interplanetario y se ven desfilar como pavos relucientes que no dan la medida ni siquiera para el aporte económico de este evento pedagógico y cultural.
Si lo desconocimos (al autor de suena timbre (1926) o la insurrección desplomada (1948) y que sentimos en las movilizaciones de los jóvenes y mujeres en Colombia durante los años 2019 al 2021) en vida cuando llegaba hasta su origen de nacimiento que mentalidad de sostén habrá para proyectarlo y vivir de sus hazañas valerosas como el reclamar la tierra para quien la trabaja, menos de sus detenciones injustas y quien creo la noción de preso político. Esta es una mínima realidad por ende las letras y palabras, acontecer, deben llevar a crear nuevas visiones para construir un equilibrio sociedad naturaleza y soñar como lo plasmo Luis Vidales para darle consistencia a la paz con justicia social.
Valoro el esfuerzo titánico como lo plantea esta noche del 15 Septiembre el escritor antioqueño Wilmer Mesa quien se presentó con la cartagenera Vanessa Rosales y en dialogo con la periodista Natalia Baena Giraldo con enfoque literatura y los mundos distopicos; similares a los 14 encuentros anteriores y con ciudadanos que viven en la literatura Nodier Solórzano Castaño, Gladis Sierra , Jorge Humberto Guevara Narváez iniciadores de este evento académico; luego se adhieren Juan Felipe Gómez, Cruz Ángela Cardona, Lina María Cocuy y mi colega Carlos Fernando Gutiérrez y otros que acompañan como Miguel Ángel Rojas Arias, mi profesor de sociología Álvaro Pareja Castro y su compañera Marta, Elías Mejia, Humberto Senegal, amigos que pienso en conjunto apoyan la Fundación Torres de Palabras encargada de liderar este proceso.
No se puede ignorar, pero año tras año el debate civilizado ha sido el presupuesto que logran asignarle y que se puede cargar en un barquito de papel y nunca naufragaría; por consiguiente, debe ser suficiente para atender este compromiso que enaltece no solamente a Calarcá sino al departamento del Quindío al extender estas actividades a municipios limítrofes del Tolima, valle, y otros. Destacándose por el cualificado grupo de intelectuales, escritores, cineastas, caricaturistas, comunicadores sociales, que han llegado a esta ciudad Sede a presentar sus obras y opiniones
La asistencia del público a esta inauguración es flaca como el índice de lector por libro en Colombia y alegre los jóvenes que actuaron con su agrupación musical Puerto Macondo, que felicidad nos brindaron en medio del abatimiento que percibí.
Y como no distopico me hallo con esta composición literaria: un pajarito/hizo llovizna/al meter sus alitas/ en una viga canal/ y pertinente acudir ante la ministra de cultura de nuestro país Patricia Elia Ariza Flores militante de la U.P. quien conoció a nuestro poeta Luis Vidales y mostrarle lo que hace Calarcá en homenaje a este baluarte intelectual revolucionario.
Escribe: NELSON GUZMÁN BAENA*
*Responsable Comisión Técnica e investigación de la U.I.S. (Unión Internacional de Sindicatos) de P y J (Pensionistas y Jubilados) de la F.S.M. (Federación Sindical Mundial). Calarcá, septiembre 16 de 2022.
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