Escribe: JUAN CARLOS VALENCIA MONTOYA*
Pereira se apresta a cumplir 189 años de fundada y para ello la Alcaldía ha preparado unas Fiestas de la Cosecha que esperan sean inolvidables, no me refiero al nombre que intentan darle y que algunos con doble moral quieren satirizar, las del Chupe, la verdad a mí tampoco me gusta el termino pero como ignorar que un sector amplio de los colombianos, para no decir que solo los pereiranos, correlacionan fiestas, con licor y el Chupe es un términos nuestro que indica tomar hasta no poder, la inoportuna palabra es incluida en un varios carteles que publicitan nuestras efemérides pero, para ser sinceros las mismas incluyen multiplicidad de actividades, verbenas populares, actos culturales, festivales gastronómicos, ciclo paseos, condecoraciones, orquídeas y café, en fin variedad de actividades que esperamos seduzcan turistas, motiven el comercio, generen empleo y coadyuven con la reactivación económica.
En medio de estos actos de celebración unos selectos ciudadanos están en plena campaña electoral con el deseo de salir electos en una contienda que tendrá realización 8 días después de nuestro onomástico, el 4 de Septiembre la alcaldía convoca a elegir nuestros Jueces de Paz, que para ser sincero es un término desconocido por muchos y subvalorado por otros. En los últimos años las instituciones han perdido reconocimiento ciudadano, no solo los políticos, la gran mayoría, las Iglesias, la seguridad, la educación, la justicia, incluso nuestros empresarios. Los colombianos por diversos motivos, unos por claros hechos de corrupción pero también por actividades de desprestigio de un sector hacia otro han terminada menoscabar el soporte de nuestra sociedad, por creer que todo anda mal y lo peor es que no hay salida a la crisis, recuperar la institucionalidad es tan importante como darle sostenibilidad a la sociedad, sin instituciones no hay sociedad y acudir a la democracia, el voto del ciudadano es el mejor camino.
La Justicia de Paz fue creada por la ley 497 de 1999 con el objetivo de descongestionar los estrados judiciales cargados por conflictos entre vecinos, se parte del principio que a través de la conciliación se pueden resolver con mayor agilidad, pero también busca que los ciudadanos, mediante el voto, los que elijan sus jueces, no buscan al más letrado, al conversador, se busca que elijan al mejor vecino, a aquel hombre o mujer de su sector que en equidad fallen los problemas de convivencia. Después de dos décadas esta justicia se han ocupado de más de un 20% de los conflictos que antes llegaban a las inspecciones o juzgados, se ha convertido en un verdadero descongestionador de los tribunales y ellos se cree se han dedicado a resolver conflictos mayores, los cobros de pequeñas cuantías, las querellas de policías, la restauración de un bien ante un arrendatario que no paga entre otros temas llegan a esta justicia, por ello me parece importante que los elegidos llegan con un buen apoyo electoral para que tengan legitimidad a la hora del fallo, una campaña en medio de fiestas no es lo mejor pero la ciudad debe continuar y mi deseo es invitar a los lectores que pregunten en su localidad quienes son los candidatos, examinen su hoja de vida y por encima de una ideología o un partido, escojan al mejor vecino, a aquel que fallara en equidad y por sobretodo que sea de trayectoria intachable, si queremos recuperar la justicia, démosle los mejores jueces, ustedes deciden
*Economista. Ex concejal, diputado y funcionario público. Presidente departamental del Partido Social de la Unidad Nacional.
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