A la ya años a y honda crisis social que se vive y estremece a todo el departamento de Risaralda se aúna ahora una nueva de carácter criminal e intimidatorio, la reaparición de ANÓNIMOS GRUPOS DE LIMPIEZA SOCIAL.
Desde el 5 de noviembre cuando empezó la circulación de panfletos amenazantes que han enrarecido la calma y el bienestar de la ciudadanía en nuestra ciudad. La zozobra se ha tornado en lo cotidiano y es dable pensar que fuerzas oscuras conspiran para sumir a Pereira en el reino de la amenaza, la intimidación y la muerte.
Denuncia
Los homicidios, decapitaciones y amenazas en varios sectores, tales como San Judas, Villa Santana, La Churria, Cuba, Galicia Baja, Dosquebradas y La Virginia confirman y dejan diáfanamente establecido que está en marcha un plan macabro para vulnerar la vida y la paz ciudadana.
La negación institucional y rotunda de la naturaleza y veracidad de estos hechos no puede ni debe ser la única respuesta gubernamental. Repetir en los medios de comunicación que esto no está ocurriendo sólo puede inferir dos cosas, una ausencia total de compromiso con LA PROTECCIÓN DEL DERECHO A LA VIDA, LA PAZ Y EL TERRITORIO, o una actitud permisiva con LA IMPUNIDAD QUE GENERA Y MULTIPLICA LA ACCIÓN DE LOS VIOLENTOS.
¿Complicidad?
Los dos burgomaestres diurno y nocturno, al igual que su similar de Dosquebradas se empecinan sospechosamente en negar y cubrir esta indiscutible realidad. Al parecer sus honorarios de más de $15.000.000 mensuales no son suficiente incentivo para que actúen y cumplan con su deber como funcionarios públicos, más bien parecieran ser la remuneración por favores políticos y la ya consabida contratación clientelista y corrupta que desangra el erario público.
Las autoridades locales están obligadas constitucionalmente a garantizar la vida y honra de los ciudadanos. Faltar a ello, por acción u omisión, no sólo violenta nuestra Constitución Política, sino que viola flagrantemente el derecho a la vida.
No reiteración
Las amargas experiencias anteriores han demostrado que las limpiezas sociales son el preámbulo para acentuar y desarrollar posteriormente acciones de eliminación física contra quienes luchan por la defensa de los derechos humanos y las más sentidas reivindicaciones sociales y políticas de nuestro pueblo.
Señalamos vehementemente que no queremos una ciudad con miedo, intimidada y sometida al terror de los violentos. Queremos una ciudad en paz, sin impunidad ni planes siniestros. Una ciudad querendona, pacífica y con justicia social.
Fuente: COMITÉ PERMANENTE POR LA DEFENSA DEL GOBIERNO DEL CAMBIO*
*Partido Comunista, Unión Patriótica, M19, Colombia Humana, Juventud Comunista, PTC. Esperanza Democrática y Partido Comunes.
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