Escribe:
CARLOS ALFREDO CROSTHWAITE FERRO*
El pasado año y por fuera de la fecha que señala la ley, la alcaldía de Pereira informó a los contribuyentes del impuesto predial los resultados de las labores de la actualización catastral para esa vigencia de los predios urbanos y rurales, los que debieron ser inscritos en el catastro en fecha que le permitiera entrar en vigencia el 1 de enero. Este proceso estuvo a cargo del Área Metropolitana y la Unidad Administrativa Especial de Catastro de Bogotá quienes actuaron en su condición de Gestor y Operador Catastral.
Lo que quedó en evidencia en la tardía entrega de la facturación del impuesto y en las múltiples quejas y reclamos presentados por los contribuyentes, hoy la mayoría sin resolver, fue el abusivo aumento del valor comercial de los predios, que se reflejó en mayor valor del impuesto predial. Nadie conoce los resultados de este proceso, pero se sabe de aumentos hasta del 8.000 o más por ciento, consecuencia del pésimo sistema de valoración. No obstante observaciones hechas por funcionarios de control de calidad a los resultados obtenidos por el Operador, estos hicieron caso omiso para corregir los errores, los responsables actuaron como sicarios económicos.
Este descalabro se demuestra con cifras sencillas. Con el nuevo catastro, en 2022 Pereira recaudó $167.433 millones por impuesto predial, o sea $42.259 millones más que en el 2021 (34%). Para conseguir este aumento, Hacienda concedió a los contribuyentes beneficios por pronto pago que costaron $45.843 millones, cifra mayor a lo recaudado, y se produjo un aumentó de la cartera en $76.156 millones, al pasar de $236.296 a $312.452 millones. La siniestra actualización ocasionó un efecto contrario, hay más deuda de difícil cobro, y súmele que este año se acumulan deuda, altos intereses, nuevo aumento del avalúo catastral, alta inflación y bajos ingresos, lo que traerá mayor gasto en los hogares, desestimulo en compra de vivienda, mayor oferta de inmuebles usados a precio de quema, y concentración de la propiedad en manos del que posea dinero en efectivo.
La aplicación del denominado catastro multipropósito, herramienta que permite entre otros objetivos obtener nuevos resultados en términos de valor, propiedad, ocupación, uso y urbanización, fue utilizada por este alcalde anodino para recaudar más dinero y poder gastar en proyectos que le permitan cumplir los compromisos de campaña. Nada buscó en materia de equidad, eficiencia, o progresividad, que permitiera a las personas contribuir justamente en el financiamiento del presupuesto municipal. La ciudad no avanza en indicadores sociales y calidad de vida.
El alcalde y el Concejo conociendo esta situación y sabiendo que la ciudad posee las más altas tarifas del país, no quisieron modificar las actuales tasas del predial en las sesiones del 2022 para que entraran en vigencia este 1 de enero, prefirieron guardar silencio, no les duele en nada la situación de los contribuyentes y los efectos negativos que sobre la economía trae exorbitantes impuestos.
Hacienda y AMCO guardan silencio sobre la obligación que tenían de publicar antes de 1 de enero de 2022 los resultados de la actualización catastral, pues este impuesto se causa en esta fecha, y es de causación anticipada, es decir, que no se causa una vez termina el periodo gravable sino cuando este inicia. El jefe de Actualización Catastral de la Subdirección de Catastro certificó que entregaron al municipio el listado de los predios y sus nuevos avalúos resultantes de la actualización catastral el 20 de enero de 2022, con lo que se incumplió con la obligación de publicarlos a tiempo. Los pereiranos fueron estafados con el catastro multipropósito, y parece que poco les importa.
*Ingeniero. Dirigente político y cívico. Ex concejal de Pereira por el Polo Democrático Alternativo.
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