Tres reconocidos defensores de la causa afrocolombiana serán diplomáticos en ese continente. Daniel Garcés Carabalí, embajador en Ghana; Pedro León Cortes Ruiz, en Kenia; y María del Rosario Mina Rojas, en Sudáfrica. Ultiman detalles para gira de Francia Márquez por ese continente.
Llegó la hora de África. Ese es el mensaje del gobierno de Gustavo Petro, decidido a fortalecer y dinamizar las relaciones con ese continente, que en franca paradoja está ligado a la historia de Colombia e históricamente olvidado por Colombia.
Aunque aun no es muy clara la estrategia a desarrollar, el interés quedó claro desde la misma campaña presidencial, cuando la hoy vicepresidenta Francia Márquez le dijo al país que enarbolaría las banderas de los menos favorecidos, los maginados y los afrocolombianos. Y se reafirmó cuando, ya vencedores en las urnas, Petro y Francia anunciaron que comenzaba una nueva época en las relaciones de Colombia con el mundo y, particularmente, que el país miraría más hacia África.
Colombia busca conquistar al continente, pero no en el estilo clásico de la palabra, que tiene más bien una connotación de invasión y subordinación que aun duele en Colombia y en África. Lo quiere hacer volviendo la mirada hacia ese lugar del mundo y buscando escenarios de cooperación como los que el propio Petro ha enunciado en varias oportunidades ante escenarios internacionales.
Hace una semana se conoció que la vicepresidenta prepara gira por ese continente y, más allá de las críticas de algunos sectores porque planea hacerlo en avión militar y con una comitiva de 60 personas, las verdaderas preguntas tienen que ver con cómo es que se piensa fortalecer esa alianza. Brasil es un muy buen ejemplo de lo que américa Latina puede lograr en términos de mercados, intercambio cultural y alianzas estratégicas gracias a una política internacional que mira de frente hacia ese continente. Hasta muy pequeñas islas del Caribe parecen hoy mejor posicionadas que Colombia de cara a sus lazos con las naciones africanas.
¿Qué puede hacer Colombia al respecto? ¿Cómo le puede sacar provecho a futuras alianzas? ¿En qué medidas se puede beneficiar la balanza comercial colombiana? ¿Hasta qué punto está dispuesta a lanzar una ofensiva diplomática que incremente la presencia de embajadas en esa zona del mundo?
Son muchas las inquietudes al respecto, pues el gobierno aún no ha dicho cómo piensa concretar la idea. Por lo pronto la última pregunta comienza a despejarse, pues el Gobierno piensa nombrar a reconocidos dirigentes afrocolombianos en las embajadas en ese continente. Daniel Garcés Carabali, será embajador en Ghana. Pedro León Cortes Ruiz irá a la embajada en Kenia y María del Rosario Mina Rojas ocupará la de Sudáfrica.
Los tres cuentan con la ventaja de que, en efecto, han trabajado durante muchos años por temas vinculados a la afrocolombianidad. De hecho, son afrodescendientes. Y, aunque no son funcionarios de carrera diplomática, cuentan con el absoluto respaldo de la vicepresidenta de la República.
Garcés Carabalí se quemó hace cuatro años en su intento por llegar al Congreso en representación de la Circunscripción Especial de Comunidades Negras, Afrocolombianas, Palenqueras y Raizales, pero trabaja con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y fue defensor delegado para los pueblos étnicos y asesor del Ministerio del interior y de la alcaldía de Timbiquí, Nariño.
Cortés Ruiz es activista de derechos humanos de los afrocolombianos y Mina Rojas es defensora de los derechos colectivos del pueblo negro/afrodescendiente, con trayectoria nacional e internacional a nivel académicos, organizativo y político, como se define en sus perfiles de redes sociales.
¿Cuáles son los intereses de Colombia en Ghana, Kenia y Sudáfrica? El primer oficio de los nuevos funcionarios será, precisamente, explicarle al país la importancia de esos países. De hecho, hay importantes líderes políticos preguntándoselo en público. ¿Qué es Ghana? ¿qué podría hacer Colombia, por ejemplo, en materia de intercambio comercial con ese país?
El desconocimiento sobre África es enorme. Si quien lee estas líneas formula esta misma pregunta a sus conocidos serán pocos quienes confirmen que ese país está entre Togo y Costa de Marfil, frente al Golfo de Guinea. Muy pocos recordarán que fue colonia portuguesa. Y ni entremos en más detalles porque no faltará quien responda que lo importante es que Uruguay y Portugal vencieran a Ghana en el pasado mundial de Qatar. No conocemos África. Bien haría el gobierno en explicar qué más busca con esas relaciones.
Fuente: DIARIO EL ESPECTADOR
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