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¿Alguien puede pretender para Colombia "algo" como Mafe Cabal ?


La fotografía no es producto de un montaje como suele hacer la oposición. A lo sumo, el mejoramiento de una imagen de mala calidad cuya circulación fue vetada de las redes y es la de la polémica senadora con su amigo Rafael Uribe Noguera, hermano de un reconocido funcionario durante los gobiernos de Uribe, además del violador y asesino de la niña Yuliana Samboni: ¿Realmente la ignorancia y el desenfado político de ciertos "colombianos" los hace merecedores a ser gobernados por esta clase de personas?

Si algo le faltaría a Colombia para terminar de retroceder y volver a convertirse en un matadero con litros de sangre brotando a mansalva, es instalando a un personaje de la calaña de la uribista María Fernanda Cabal en la Presidencia de la República.


Luego del terror ocasionado en el seno extrema derecha tras la impensada victoria de Petro, junto al de las aspiraciones de la inmensa mayoría del pueblo por alcanzar una vida digna, cuando lograron sortear el férreo cerco opositor o el sabotaje desde las instituciones del Estado cooptadas, la uribista arrancaría con ventada para empoderar de nuevo a los verdaderos responsables de la ruina nacional.


Podría decirse sin temor a equivocarse que nadie encarnaría mejor el revanchismo de los sectores más retardatarios, deseando retornar "a la normalidad" de un país arrasado por la sangre en el marco de un conflicto interno a drede y programado desde el mismo, poder para salir después a vender seguridad entre los incautos, pulverizando de paso los logros del Gobierno del Cambio.


Oscuro trasegar


Siendo esposa de uno de los principales actores relacionados con grupos paramilitares como el actual presidente de FEDEGÁN, el ganadero acaparador de tierras José Félix Lafaurie; responsable de exabruptos públicos capaces de sobresaltar a las inteligencias más limitadas, fanática de extrema derecha, violenta, reaccionaria e intolerante, Cabal no posee en absoluto las cualidades necesarias para la investidura presidencial, ni tiene posee un prestigio a defender.


Descendiente de familias tradicionales amasando sus fortunas a expensas del despojo de campesinos o en base a la violación de las más elementales leyes laborales, igual que hoy es otra "ficha puesta" del paramilitarismo, de los sectores más reaccionarios en el Congreso, esta fanática partidaria de construir altares al polémico ex presidente, Álvaro Uribe Vélez podría erigirse en el rostro visible de quienes en realidad tomarían las decisiones, con sus consecuencias nefastas.


Financiadora de grupos neo nazis junto al ex procurador, Alejandro Ordoñez, poseedora de fuertes nexos con el brazo armado de la extrema derecha -como los encabezados por el actual concejal uribista, Andrés Escobar, que atacaron a balazos junto al Ejército o la Policía a los manifestantes del Paro de 2021 en Cali- responsable de tráfico de drogas, transportadas al exterior camufladas en ganado vacuno, amiga de Rafael Uribe Noguera, asesino de la niña indígena Yuliana Samboni, así como responsable directa de actos de desestabilización permanente contra el Gobierno, si aún permanece en libertad es gracias a sus lazos indisimulables con elementos marginales de la justicia cómplice y corrupta.


Protegida por las mafias, rodeada de aduladores a la espera de migajas provenientes de una ignorante con poder, nacida en cuna de oro pero carente de talento, "La Burra" -como la bautizara el ingenio popular, en su sinceramiento colectivo para evitar posibles retaliaciones- podría ser a la Primera Magistratura el equivalente a un elefante en medio de un bazar.


¿Alguien puede querer algo semejante para el país?


Por supuesto, bajo su impronta se da por sentado el retorno al ajuste, a los tarifazos, a la represión violenta o la mano dura frente a cualquier cuestionamiento o reclama, sumado el incremento de los asesinatos de líderes sociales, sindicalistas, estudiantes, docentes y activistas, comprometidos en evitar el desastre al cual se vería arrastrado el país. Ni hablar de la suspensión de las relaciones diplomáticas con Venezuela, principal socio económico; el cierre de fronteras, con todo el perjuicio que representaría para Colombia, además de la consecuente perdida de empleos dependiente de dicha actividad económica. Acto seguido, la desfinanciación de la salud, la educación, a fin de incrementar el presupuesto de las fuerzas de seguridad, asegurando la persecución a los opositores, el control social ante las futuras medidas anti populares a tomar, en alianza permanente con los carteles del narcotráfico, los vendedores de armas, ambas fuentes de enriquecimiento ilícito "usuales" de sus aliados políticos.


Cabal en el poder, implicaría reimplementar la seguridad democrática, para profundizar el papel de un falso sistema de partidos cuyo rostro genuino sería el de dictadura perfecta de consenso, a punta de fraudes electorales, votos comprados, cooptados, limitados al reparto de las burocracias variopintas adoptando idéntico rumbo político. La idea, consistiría en dar apariencia legal al constante asalto al erario público, a la eliminación incluso de toda iniciativa de una mayor equidad, mientras la herramienta represiva del Estado en alianza de las mafias, de grupos armados al margen de la ley, se encargan de exterminar físicamente a cuanto representen o expresen las demandas sociales. Volverían a ponerse en práctica los conceptos inconducentes de confianza inversionista, donde la rentabilidad de las empresas privadas está basada en la reducción drástica del coste laboral y el de cohesión social, mediante el cual en los papeles el menor tipo de disenso es puesto fuera de la ley. Es decir, uribismo en su más fiel expresión.


Lo peor proviene de suponer quiénes, cuántos a estas alturas, haciendo gala de buen juicio y después de lo ocurrido en Colombia durante veinte años, pueden siquiera considerar la posibilidad de repetir lo expuesto anteriormente por más desconforme u opositor que se diga. Quizás sin darse cuenta, al tomar partido por una candidatura falaz, descreída, funesta, sostenida con graves faltas a la verdad, la calumnia, la tergiversación, podrían estar respaldando a sus propios victimarios. Para darse cuenta de ello; ¿les alcanzará con no ser vagos, estudiar, o será que la ignorancia voluntaria puede alcanzarles nomás en el despropósito de enterrarse vivos?


En el último de los casos, si algún uribista "pura sangre" de los pocos que hay o perteneciente a esa mayoría recalcitante, fanática de manipulados mentales, se quejara del contenido de dicho artículo, probablemente tenga razón. A lo sumo, además de cantarles la tabla con dolorosas verdades irrefutables frente a evidencias por demás contundentes, consiste en darle cucharadas de su propia medicina a aquellos capaces de hablar mal de Presidente, de su gobierno, sin las debidas pruebas. Algo que suelen realizar a punta de comentarios amañados e inventados por los mismos delincuentes pretendiendo, incluso descubiertos, dar lecciones de moral o indicaciones acerca de cómo gobernar el país que destrozaron con tanto afán, aún cuando en la época de su "ídolo eterno", por mucho menos hubieran sido señalados, perseguidos, torturados o asesinados.


*Periodista, escritor, poeta, actor y cantautor. Director general de Diario EL POLITICÓN DE RISARALDA y de su suplemento, ARCÓN CULTURAL. Integrante del CIRCULO DE POETAS IGNOTOS.






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