Habitantes creen que la sequía en varias zonas rurales del departamento se debe a la propagación en la siembra de pino y eucalipto, a los cuales se les culpa de la disminución e impacto de las cuencas de los ríos en varias zonas de Risaralda, en este caso en el acueducto de Tribunas Córcega.
Óscar Gómez, gerente de la Empresa de Servicios Tribunas Córcega, alertó a la ciudadanía el impacto que están teniendo los cuerpos de agua debido a la actividad madero comercial que se lleva a cabo.
“Desde hace muchos años venimos denunciando este tema, pero es un tema en el que la autoridad ambiental no se ha interesado lo suficiente, siempre han desmentido la situación”, dijo.
Agregó que todos los acueductos coinciden en que este tipo de plantaciones no son las mejores para la protección de las cuencas hidrográficas, por el contrario impactan negativamente el correr de las aguas y la protección de los ecosistemas.
Frente al impacto a través de los años, sostuvo que la siembra de coníferas llevan muchos años presentes en esta zona y de acuerdo con información del Comité de Cafeteros, cuando comenzaron la construcción del acueducto en el año 1965, el caudal era mayor.
“La información manifiesta que el Barbas era una de las mejores fuentes hídricas que había en esta zona, inclusive la parte alta es conocida como la estrella hídrica del Quindío, por ser el sitio en el que afloran los nacimientos y humedales”, dijo Gómez.
Agregó que hay un predio que se llama Tesorito, aguas arriba de la quebrada la sonora y el río Barbas, en donde hay un impacto por estos cultivos.
Por su parte, Julio César Gómez, subdirector de la Corporación Autónoma regional de Risaralda, Cárder, señaló que relacionar los cultivos de coníferos (pinos eucaliptos y demás) no sería una cuestión lógica.
“Ni técnica ni científicamente esto ha sido demostrado, cabe recordar que el país más rico en el mundo en agua potable es Canadá, cuya vegetación está sustentada en especies coníferas,”, dijo el subdirector de este organismos ambiental.
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