El silencio que guardó el vicepresidente Germán Vargas sobre los asuntos críticos del Gobierno es historia. Con el llamado que hizo a la movilización contra la reforma tributaria, al considerar que afecta la vivienda de interés social, configuró un nuevo frente de oposición interna.
Ni siquiera el exvicepresidente Angelino Garzón, que casi siempre iba en contravía de presidente Juan Manuel Santos, llegó tan lejos. El propio presidente, en claro alusión a la actitud de su Vice, trinó: reitero a todos los miembros del gabinete que comentarios a #ReformaTributaria2016 se hagan internamente, no en medios”.
Durante una entrega de viviendas en Bogotá este jueves, Vargas reclamó porque no le consultaron y encargó al exministro Luis Felipe Henao de coordinar la protesta. Luego Vargas trinó que ya habló con el presidente y habrá solución.
Henao dijo que no van a hacer ninguna marcha, y que la discusión no es con Santos sino con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, pues según él, mintió en el Consejo de Ministros y en el Congreso.
“El proyecto no mantiene las excepciones para las viviendas de interés social y de interés prioritario. Antioquia acaba de presentar 70 proyectos de vivienda gratuita, y ya ningún constructor se presentaría. Se ponen en riesgo 384.000 empleos”.
Para bajarle el tono a la polémica Vargas reconoció ayer, en Soledad (Atlántico), que le dieron un jalón de orejas, pero que lo que buscaba no era hacer marchas sino llamar la atención de Cárdenas.
El desmarque del Vice