Luego de la consulta abierta del partido Liberal, realizada el pasado 19 de noviembre, aunque se dio fin al debate que había al interior de la colectividad para elegir un candidato único -el elegido fue el exjefe negociador del Gobierno con las Farc, Humberto de la Calle-, no han cesado las diferencias dentro de este grupo. Una de las principales es con la dirección de César Gaviria, como jefe único de los liberales, algo que ya varios miembros del partido han rechazado: el más reciente fue el exprecandidato y exministro de Interior, Juan Fernando Cristo.
Este martes, después de reunirse con varios congresistas, así como con representantes de varias organizaciones, Cristo hizo pública la decisión de crear una “tendencia al interior del partido, renovadora, que refresque las ideas” de los liberales. A Cristo se unieron 9 senadores y 20 representantes a la Cámara, entre los que se cuentan Luis Eduardo Garzón, Horacio Serpa, Clara Rojas, Luis Fernando Velasco, entre otros. La intención de ellos es presentar, antes de las elecciones parlamentarias en marzo de 2018, tres propuestas: “Una verdadera reforma política, reforma a la justicia y un nuevo ordenamiento territorial para la paz en Colombia”.
En ese sentido, se refirió a la reforma política que está muy cerca de hundirse en el Congreso a escasos dos días de que termine el mecanismo del fast track. El exministro de Interior aseveró que esa reforma no contemplaba lo acordado en La Habana entre el Gobierno y que, por el contrario, tenía varios “micos”.
“(La reforma) limita partidos, genera anarquía, no avanza en la consolidación de una organización electoral independiente, no cumple acuerdos de paz. No tiene nada bueno, porque como bien ha dicho la misión electoral, no tiene casi ningún aspecto positivo. Si a la reforma le quitan estos micos y la limitan a crear un marco jurídico para avanzar en la adquisición progresiva de derechos, vale la pena insistir en una mini reforma. Si no hay consenso, es mucho mejor dar por sepultada la reforma”, afirmó.
Pero no fue lo único. Cristo también dijo que, a pesar de que él y su nueva disidencia sí reconoce la candidatura de Humberto de la Calle para las elecciones presidenciales de 2018, no hace lo mismo con la dirección única a cargo del expresidente César Gaviria. Sobre esto, Cristo aseveró que “desconozco la jefatura del expresidente César Gaviria y no tendré nada que ver con las actividades de la dirección”.
Además de las declaraciones de Cristo, los congresistas que se sumaron a esta disidencia suscribieron un documento en el que afirman que “es un movimiento que apela, de manera amplia, al liberalismo ideológico, al liberalismo político y a la sociedad colombiana con la convicción de que hay más liberalismo que el partido Liberal”. En esa línea, se formulan dos metas a corto plazo: respaldar la candidatura de de la Calle para“consolidar la unidad liberal” y “fomentar una coalición política que, con base en acuerdos programáticos, sea capaz de proteger los avances del proceso de paz en Colombia”.
DE LA CALLE
Según el candidato, se compromete a que, durante el proceso electoral, no hagan parte de su campaña a la presidencia personas que tengan sindicaciones de delitos de corrupción o que haya sido condenadas por otros delitos. También asegura que no recibirá financiación de personas que hayan sido relacionadas con este tipo de delitos.
“Mi campaña tendrá, por primera vez en la historia de Colombia, un Grupo de Prevención de la Corrupción, Financiación Ilícita y Conflictos de Interés, que revisará los procesos de la campaña, el origen de los recursos, las personas que se suman a nuestra estructura política y todas las alertas o denuncias de posible corrupción o graves o potenciales conflictos de interés”, señaló el candidato.
Dentro del documento también hay puntos que se comprometió a cumplir en caso de llegar a la Casa de Nariño, como el de eliminar la conocida “mermelada”: “No habrá ‘cupos indicativos’ asignados a los congresistas para que ellos señalen su destinación. A cambio, habrá partidas regionales para proyectos de interés de las comunidades y gobiernos territoriales, más allá del sistema de participaciones, del sistema de regalías y otros métodos de transferencias intergubernamentales”.
También se comprometió a separar del cargo a los funcionarios de su gobierno que fueran vinculados de manera formal a procesos penales o disciplinarios por corrupción. “Se proscribirán los funcionarios ‘atornillados’ en sus cargos luego de que se les hagan sindicaciones de hechos que puedan conducir a derivar responsabilidades penales o disciplinarias graves o detrimento patrimonial”, expresó De la Calle.
Fuente: DIARIO EL ESPECTADOR